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miércoles, 26 de diciembre de 2012

Reflexiones del 26 de diciembre de 2012:


Ayer fue 25 de diciembre y para los creyentes católicos también fue el nacimiento de Jesús el “Cristo”. Sin embargo, esta celebración se ve enfrentada a otro fenómeno que invade como un virus y que nos deja con más que una secuela: el consumismo excesivo.

Ya para el viernes después de “Acción de Gracias” (última semana de noviembre) en los Estados Unidos, se podía respirar un ambiente Navideño con las ofertas del “Viernes Negro”. Como pasa todos los años, gente desenfrenada se agolpaba en las tiendas para llevarse algo.

Sin embargo, el rumbo se está perdiendo. Miren, aunque la gente crea o no en Jesús el mensaje es el mismo y es transversal; la unión de las personas. Por estos días es muy difícil ver a la gente unirse si no es para recibir regalos de Papá Noel.

Para colmos, ya sabemos por el propio Papa Benedicto XVI que Jesús no nació el 25 de diciembre, pero esta “revelación” pasó inadvertida, ¿me pregunto por qué? (sarcasmo).

Si en verdad estas fechas son tan importantes para la unión familiar supuestamente, por qué la celebramos solamente una vez al año y no todo el año. Es verdad que la gente vive muy ocupada, etc pero no es excusa para no hacerlo.

Mágicamente tenemos que esperar para que finalice el año para reencontrarnos y desearnos los parabienes. Y cuando lo hacemos, tenemos que correr de un lugar a otro para comprar regalos, y para así poder demostrar nuestro afecto y cariño.

Ya basta de estas cosas, no hay fecha para celebrar a la familia y a las amistades. Nadie tiene que decirnos cuándo debemos hacer algo y cuándo no. Somos personas pensantes, pero parece que por estos días y en otros también, nuestro raciocinio se inhibe (por no usar otros términos).

La dicha de dar y recibir es impagable y yo no estoy en contra de eso, pero que está práctica no se vuelva en algo comercial para satisfacer a los que crean esas necesidades innecesarias valga la redundancia.

Bueno para terminar, si va a dar algo, hágalo con el corazón y no por compromiso. Ah, y no se endeude de más.

Este fue mi reflexión del día de hoy, espero que les haya servido. ¡Hasta pronto!

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