Powered By Blogger

martes, 28 de mayo de 2013

Reflexión del 28 de mayo del 2013

Ahora todo parece estar ligado al medio ambiente; que este producto es amigable con el medio ambiente, que este otro producto es aquél... La realidad del caso es que la gente parece comprar estos objetos, no por lo que supuestamente representan, sino más bien por el lujo que simbolizan. 

Seamos honestos en esta materia, ¿creen ustedes que la gente en verdad le importa si un televisor, por ejemplo, es “amigable” con el medio ambiente? Quizá en parte si, porque de cierto modo esto alivia sus conciencias y no se sienten tan culpables de no haber comprado otro producto que no está al estándar de lo que ahora está en voga (de moda). 

Pero qué en verdad es ser 'conscientes' del cuidado del medio ambiente, ¿por qué es tan 'importante' hacerlo?

Déjenme darles mi humilde opinión, pueden estar o no de acuerdo.

Yo pienso que el medio ambiente es importante cuidarlo porque el ser humano, al igual que las especies del reino animal, reino vegetal, reino mineral, etc; tenemos una responsabilidad MUY grande, ya que lo que le pasa a uno, por resorte (de una forma u otra) rebota hacia nosotros. 

La raza humana está tan conectada a todo lo que es, que es inevitable que lo que le pase a una ballena o a una planta, no nos afecte a la larga. Por eso es muy crucial que uno tenga un cuidado único con el medio ambiente.

No es simplemente porque esté de moda hacerlo, si no es por lo que ya dije anteriormente.

El ser humano occidental está tan desconectado de la naturaleza que no se explica por qué le suceden las cosas. Ellos piensa que con ser responsables consigo mismos o con la familia, tienen el futuro resuelto. Sin embargo, esto está muy lejos de la verdad.

Esto no quiere decir que las medidas que se están implementando no ayuden al 'despertar de la conciencia' (es un buen comienzo), pero no es suficiente. La preocupación sigue siendo materialista y no viene del corazón. 

Espero que llegue el día, en el cual los seres humanos se den cuenta de que el cuidado de los demás no es simplemente una obligación impuesta, sino un regalo de la existencia. 

Y termino con esta cita que dice: “si cuidas a tu prójimo, te estás cuidando a ti mismo también”. -- Anónimo

viernes, 17 de mayo de 2013

REFLEXIÓN DEL 17 DE MAYO DEL 2013

Cuando uno está reunido con amigos o familiares, uno no procesa bien lo que publica en Facebook o en cualquier otra red social (fotos y/o comentarios). No es hasta cuando uno se encuentre en la privacidad de uno mismo, es donde se percata de lo que ha hecho. 

Quizás si uno fuese más consiente de lo que publica, entonces uno no se se arrepentiría después. En la atmósfera del momento pareciese que nuestro cerebro inhibe ciertos procesos del juicio (como lo hace cuando se toma licor), y no piensa mucho en lo que hace. 

La persona sólo sabe que tiene que compartir ese momento con el resto de la comunidad virtual y listo. 

Además, esto trae a colación algo que es aún más espeluznante: nos hemos acostumbrados a estar tan influenciados por Facebook, que ahora pensamos en términos de “pulgar hacia arriba” y otras expresiones como el “lol”, que aunque esto precede a Facebook, se hace popular con la usabilidad de éste. 

Y para qué hablar sobre los “memes” y las fotos de “grumpy cat”..... Bueno no quiero desviarme del tema central, y es cómo la gente no está 100% consciente de lo que publica en su muro. Lo cual es un poco preocupante, porque de cierto modo, uno se vuelve un 'zombie' informático. 

Esto se le suma al constante "texteo" y otras funciones relacionadas; como el de revisar constantemente el teléfono cuando se está con amigos o en privado. Tal vez," las mentes brillantes" tenían eso en mente (valga la redundancia) cuando desarrollaron estos artefactos. 

El punto es que no deja de ser preocupante, ya que de a poco estamos pensando menos por nosotros mismos y estamos haciendo lo mismo que hacen todos, como una especie de "clones" o de agentes Smith. No sé si decir que tengan cuidado surta efecto a estas alturas porque es un enemigo silencioso que a simple vista no hace daño. 

Una precaución real sería más efectiva si la persona pudiese percibir la magnitud del peligro. En este caso el parásito es "inofensivo" y no da "señales" de vida que está ahí. Sin embargo, poco a poco vamos cayendo en sus fauces y no nos percatamos. 

Cuando vemos al resto que está igual, pensamos que es algo normal y seguimos que nos carcoma. Me gustaría saber la finalidad de todo esto, y de adónde vamos a parar... ¿Se hará realidad de cierto modo el "Apocalipsis" zombie? 

Llegará el día en que nuestra voluntad se vea nula y todo se resuma a un simple "me gusta" o a un "lol"? Da para pensar esto, y esperemos que no perdamos esa facultad tan preciosa que tenemos los seres humanos y que ningún ser en la naturaleza posee. 

lunes, 13 de mayo de 2013

REFLEXIÓN - 13 de mayo de 2013



La promesa que de niños serían diferentes a las personas de adultos, se ve corrompida cuando la sociedad nos indoctrina, rompiendo así con nuestro niño interno. Esto da paso a cometer (a veces) los mismos errores de generaciones pretéritas. Al final, somos los clones de otros clones. 

Algunos terminan copiando el mismo modelo de los padres o de los demás adultos. Si tu padre o madre bebe alcohol, por ejemplo, hay una alta probabilidad que tú termines haciendo lo mismo, ya que sea en el entorno en que te envuelves, o es que si hay una predisposición genética, O AMBAS. 

En fin, me molesta darme cuenta que a la larga uno se termina comportando exactamente como lo hacen los demás, sin dar paso a la originalidad, ni a la creatividad individual.

Uno cae en la misma rutina, y en los mismos asuntos de tus cohortes. Sea por la cultura, la sociedad, la religión, o cualquier cosa que nos someta a la doctrina.

¿Se puede escapar de este torbellino ineludible? ¿O estamos destinados a pagar por los errores de otras personas que nos antecedieron? 

Mi punto en concreto es no ser igual a tus padres o abuelos, no porque sea algo malo, si no es porque serás una persona común y corriente, que no piensa más allá de los límites pre-establecidos. 

¿Hasta qué punto es sano copiar el modelo parental y social? ¿Hasta cuándo es razonable o comienza a ser un delito ser 'diferente'?

Ojo, cuando digo ser 'diferente' no me refiero al modelo individual que nos quiere vender el libre mercado con sus compañías de chiste. Me refiero a ser 'diferente' en el contexto de romper con los paradigmas. No copiar a tal cantante mediático, o a la modelo con más silicona, etc... 

Ustedes entienden. Hasta cuándo uno deja de ser 'igual' que el resto de los 'mortales'. ¿Se entiende lo que digo? 

Quizás, al estar inmerso en esta realidad socio-cultural-económica NO nos permite ver más allá de nuestros límites y nos conformamos con el día a día y con la entretención que nos brinda el sistema. Por ejemplo, si estás aburrido, ve al cine, o ve a un concierto. ¿Para qué? ¿Para satisfacer una 'necesidad' muchas veces impuesta? ¿Pero cuál es nuestro verdadero objetivo entonces?

El objetivo no es siempre subjetivo. jajajaja.

El objetivo del sistema es que tu reúnas las expectativas de ellos y nada más. Tus objetivos son de quedar bien con el resto que está haciendo prácticamente lo mismo. En resumidas cuentas, todo vuelve a mi punto inicial: Nosotros nos comportamos como el resto y NO damos paso a nuestros deseos, sueños, y/o anhelos. 

Abraham Maslow, un sicólogo humanista muy reconocido, diseñó una pirámide que resumía nuestras necesidades básicas y auto realizaciones. El problema con esa pirámide, es que nadie llega a la cima, porque la mayoría de nosotros nos quedamos atascados en los niveles inferiores, vale decir, en las necesidades básicas biológicas y de seguridad. 

¿Habrá salvación para la humanidad? Eso depende de usted como persona y de cómo ve al mundo, si sigue copiando los mismos patrones o tendencias de los demás, quizás sea un poco más difícil ver un verdadero cambio. 

¿Qué decide?

jueves, 28 de marzo de 2013

Reflexión especial de "Viernes Santo"


Una  vez más se hace presente lo que los creyentes católicos conocen como “Semana Santa”; pero que con el tiempo se ha ido reduciendo a “Jueves Santo”, y “Viernes Santo” para la mayoría de las personas que recuerdan estas fechas. Está de más decir que esta celebración ha ido morfando con el tiempo y ya no es común ver gente escuchando música clásica o haciendo penitencias como lo hacían hace antaño, aunque sin duda, todavía quedan personas que seguramente siguen ciertos esquemas en nombre de un ser que supuestamente “dio la vida por nosotros”.

Quiero aclarar que yo no estoy en contra de los rituales que se hagan durante estas fechas, ya que yo también las hacía con mis familiares. Sin embargo, con el tiempo uno se empieza a cuestionar si en verdad uno tiene que seguir al pie de la letra todo lo que está estipulado. Y si bien tampoco estoy de acuerdo en que ciertas personas tomen por excusa esta fecha para salir de vacaciones, también es cierto que la forma de celebrar ya no tiene que ser la misma.

Para empezar, se nos recuerda año a año que el Maestro Jesús murió por nuestros pecados, y por lo tanto, uno tiene que vivir con dicha culpa de por vida. Yo no encuentro que eso sea tal. Si la Biblia, los curas y todos los demás inculcan que Jesús fue un hombre-divino--- bondadoso y piadoso, entonces no tiene cabida que uno sienta lastima o culpa por su muerte. Yo creo que ya ha pasado demasiado tiempo para seguir estancado en lo mismo. Yo pienso que Cristo no quiere que nos enfoquemos en su crucifixión, si no en sus obras y en el legado que El nos dejó. Encuentro que ya es retrógrado seguir con una culpa que no nos compete. No, tampoco estoy diciendo que uno simplemente se olvide de todo y empiece a justificar sus acciones y diga que no le interesa. Lo único que estoy tratando de decir es que esa manipulación ya está un poco rancia y la humanidad ha evolucionado lo suficiente para dejar de creer que,  si no sigue de una forma o de otra una tradición, uno está destinado a sufrir las “penas del Infierno” como solían decir nuestros ancestros.

Personalmente, al igual que muchas personas hemos sufrido una transformación en lo que concierne a nuestras creencias (sin embargo yo no puedo hablar por todos, por lo tanto, hablaré de mi cambio personal-interno). Como muchos católicos también me encantaba cuando llegaba el “Viernes Santo” por las tradiciones que se llevan o se llevaban a cabo en mi país (antes que el consumismo arrasara con todo lo lindo de este día). Por dar un ejemplo, mi familia se reunía a la hora de almuerzo y comíamos pescado porque se pensaba que comer otra carne estaba prohibido. Después, veíamos todas las películas de “Semana Santa”; inclusive una en especial que me fascinaba y que se llamaba: “Jesús de Nazaret”. Esa película era preciosa porque duraba siete horas pero se dividía en segmentos de 2 ó 3 horas para que no fuera tan tediosa verla.  Aún así, a pesar de lo largo del filme, me gustaba verla porque retrataba la vida de Jesucristo, su pasión y muerte. Pero con el tiempo, me fui dando cuenta que las cosas que nos decían no encajaban con mi forma de pensar, y aunque igual creía en Jesús, algo me decía que había algo más.

Bueno, para no hacer esta reflexión tan extensa (que de por sí ya es), quiero resumir que yo me considero una persona muy espiritual pero no religiosa. He aprendido cosas que la mayoría de la gente está recién sabiendo y que he aprendido a conocer a Cristo de otra forma. Muchos ateos critican a la Iglesia, y a sus feligreses, y yo no los culpo; pero, si conocieran la verdad de las cosas, estoy casi seguro que sí creerían en una entidad superior. Lamentablemente, la Iglesia ha desvirtuado  muchos conceptos y conocimientos que han llevado a muchos a simplemente no creer.

Dejando a un lado por supuesto todos los escándalos en los que se ha visto en vuelta, y que es mejor no indagar en eso, porque la gente lo sabe de sobra. Además, soy un ferviente creyente (paradójicamente) en que tiene que haber una reestructuración de la fe o de la verdad y la gente tiene que empezar a creer de otra forma.  Ya no más sobre la culpa, pero ahora con otro enfoque. Los chantajes ya no tienen que ir más. No se les puede obligar a la gente a creer, pero tampoco se les puede juzgar por no hacerlo. Ahora que la verdad está viendo la Luz, la gente está aprendiendo a ver sus existencias de otra forma y las enseñanzas de los maestros sagrados están cobrando un sentido más vivo. La ciencia también está ayudando (inconscientemente) a lograr muchas cosas que se pensaban actos de fantasía. No voy a mencionar ningún campo en particular pero ustedes saben a qué me refiero con eso.

Afortunadamente, estamos respirando nuevos aires y muchas creencias están dejando de ser tabú. Volviendo a la reflexión de hoy, yo creo que es importante recalcar que es cierto que la gente ya no celebra de la misma forma la “Semana Santa”, pero de a poco está dando paso a una nueva forma de creer, y eso ya es un gran avance.

 Bueno, esto ha sido mi reflexión del día de hoy, me encantaría saber lo que piensan al respecto y dejen sus comentarios si así lo sienten de corazón. De ante mano, pido disculpas si pasé llevar a alguien o si mezclé algunas cosas….

¡Muchas Gracias!

jueves, 10 de enero de 2013

Reflexiones del 10 de enero de 2013

Han pasado algunos días desde que escribí mi última reflexión y la verdad es que no tengo mucho que opinar. Claro, esto no significa que no pase nada en el mundo, pero nada significativo que esté fuera de la norma.

Un año terminó y comenzó otro; la gente celebró lo que tenía que celebrar a su manera y volvieron a la rutina esclavizante de todos los días. En resumidas cuentas, todo sigue igual que siempre.

Mientras que muchas personas pedían salud, amor, paz, y dinero para este año que recién comienza; me pregunto por qué siempre las mismas cosas (no me contesten porque es una pregunta retórica), a sabiendas que no se consiguen todas las cosas (menos la paz).

Desde que tengo razón de ser que la gente pide lo mismo, pero qué hace la gente para conseguirlo. Voy a enumerar las cosas que la gente desea y por qué no siempre lo logran:

1. Salud: esto se consigue siempre y cuando la gente se cuide y no haga desarreglos. Lamentablemente, muchos no quieren sus cuerpos y lo intoxican con variadas sustancias.

2. Amor: el amor parte por uno, y si uno no se quiere, ¿cómo esperamos que nos quieran, o cómo esperamos darlo a otros? Hay que aprender qué es en verdad 'amar', para así poder amar a otros. Inclusive, el amor tendría que ser incondicional para todos y no para unos pocos solamente. Más aún si consideramos que tenemos que amar a nuestros enemigos, pues eso sería tema para otro día. Jajaja.

3. Paz - escribiría un ensayo completo sobre este tema pero está bien claro que esto es muy utópico. Si la gente quiere paz, pues entonces que empiecen por ellos mismos y no esperen a que otros la declaren. Punto.

Y finalmente...

3. Dinero: este objeto es necesario para el diario vivir de nuestra sociedad consumista, y cuando no se tiene, no se es feliz. Craso error. El dinero no siempre es sinónimo de felicidad. Se han hecho estudios sociológicos y neurocientíficos sobre el tema, y se ha comprobado que el dinero no provee la felicidad. La estabilidad y la seguridad quizás sí, pero como ya sabemos, la vida es mucho más que eso.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Reflexiones del 26 de diciembre de 2012:


Ayer fue 25 de diciembre y para los creyentes católicos también fue el nacimiento de Jesús el “Cristo”. Sin embargo, esta celebración se ve enfrentada a otro fenómeno que invade como un virus y que nos deja con más que una secuela: el consumismo excesivo.

Ya para el viernes después de “Acción de Gracias” (última semana de noviembre) en los Estados Unidos, se podía respirar un ambiente Navideño con las ofertas del “Viernes Negro”. Como pasa todos los años, gente desenfrenada se agolpaba en las tiendas para llevarse algo.

Sin embargo, el rumbo se está perdiendo. Miren, aunque la gente crea o no en Jesús el mensaje es el mismo y es transversal; la unión de las personas. Por estos días es muy difícil ver a la gente unirse si no es para recibir regalos de Papá Noel.

Para colmos, ya sabemos por el propio Papa Benedicto XVI que Jesús no nació el 25 de diciembre, pero esta “revelación” pasó inadvertida, ¿me pregunto por qué? (sarcasmo).

Si en verdad estas fechas son tan importantes para la unión familiar supuestamente, por qué la celebramos solamente una vez al año y no todo el año. Es verdad que la gente vive muy ocupada, etc pero no es excusa para no hacerlo.

Mágicamente tenemos que esperar para que finalice el año para reencontrarnos y desearnos los parabienes. Y cuando lo hacemos, tenemos que correr de un lugar a otro para comprar regalos, y para así poder demostrar nuestro afecto y cariño.

Ya basta de estas cosas, no hay fecha para celebrar a la familia y a las amistades. Nadie tiene que decirnos cuándo debemos hacer algo y cuándo no. Somos personas pensantes, pero parece que por estos días y en otros también, nuestro raciocinio se inhibe (por no usar otros términos).

La dicha de dar y recibir es impagable y yo no estoy en contra de eso, pero que está práctica no se vuelva en algo comercial para satisfacer a los que crean esas necesidades innecesarias valga la redundancia.

Bueno para terminar, si va a dar algo, hágalo con el corazón y no por compromiso. Ah, y no se endeude de más.

Este fue mi reflexión del día de hoy, espero que les haya servido. ¡Hasta pronto!

sábado, 22 de diciembre de 2012

Reflexión del 22 de diciembre de 2012


Ayer acabó la cuenta larga del famoso calendario Maya y consigo también se fue la paranoia colectiva que se suscitó por el infame “fin del mundo”. Dejando eso atrás, ahora nos enfocamos en el HOY y lo que nos deparan los siguientes días, meses y años.

A nadie le debiera extrañar que la humanidad en su conjunto está comprendiendo ideas que antes sólo eran un mito o ficción. Gracias al internet y en especial a las redes sociales, las personas se están dando cuenta que nuestra realidad es mucho más compleja de lo que se pensaba.

Hablar por ejemplo de conceptos como la reencarnación, el espíritu y otros términos, ya no suenan tan descabellados o tan “New Age” como lo era hace 40 ó 50 años atrás.

Entre paréntesis, estos conceptos fueron introducidos por maestros espirituales y después fue seguido por los “Hippies”. La gente vapuleó a éstos últimos por sus prácticas muy poco decorosas y el mensaje original se perdió por un tiempo.

Sin embargo, la humanidad está cambiando para alegría de algunos o para desazón de otros. Esto no se puede negar, los niños ya vienen con otra forma de pensar y sentir y nos están dando cátedras de cómo vivir nuestras vidas de ahora en adelante. Ellos están siendo el faro entre tanta confusión y engaños.

Además, cada día nos llevamos una nueva sorpresa en la televisión; por ejemplo, nuestros astrónomos descubren planetas habitables casi todas las semanas y muchos descubrimientos en la ciencia están cambiando nuestra forma de vivir. Ahora, cómo le hacemos para no marearnos con tanta información que obtenemos en la televisión y en la red, cómo podemos discernir si algo es cierto o una farsa.

Una forma es escuchando a nuestros corazones y hacerle caso a la intuición. Tenemos que ser más introspectivos y estar en más calma con nosotros mismo. Llevamos una vida muy ajetreada la mayoría y eso no nos está haciendo nada de bien. Yo sé que este discurso lo han escuchado una infinidad de veces, pero es la única forma de vivir una vida más armoniosa. Esto no tiene nada que ver si eres creyente o ateo, esto es a todos por igual.

Para continuar, el significado del 21 de diciembre como sabemos, no fue el día de la “destrucción” como algunos se empecinaron en mostrarlo, si no más bien era la señal para cambiar de una vez por todas y para siempre. Obviamente que todo cambio requiere paciencia y no se suscitará de un día para el otro (eso sí hubiese sido una catástrofe).

Lo importante ahora es que nos pongamos metas positivas todos los días y tratar de ser mejores personas. Tratemos de ser cordiales con las personas, aunque sean extraños, traten de dar un abrazo y una sonrisa. Esas cosas no cuestan nada.

Se acordarán de mí cuando lo hagan porque es el sentimiento más gratificante que puedan experimentar. Desde un punto más científico, al hacer estás cosas, tu sistema inmune se fortalece y no estarás tan propenso a las enfermedades.

En términos psicológicos, la actividad neuronal se dispara y manda órdenes a todo tu sistema central parasimpático, secretando hormonas como los corticoides, que son fundamentales para el estrés (el bueno). Bueno, hay un sin fin de ventajas y lo más importante es que te sentirás MUY BIEN.

Este ha sido mi reflexión del día de hoy, espero que les haya gustado y me pueden responder si así les nace. ¡Hasta la próxima!

-- Cristóbal Fernández Vásquez