Una vez más se hace presente lo que los creyentes
católicos conocen como “Semana Santa”; pero que con el tiempo se ha ido
reduciendo a “Jueves Santo”, y “Viernes Santo” para la mayoría de las personas
que recuerdan estas fechas. Está de más decir que esta celebración ha ido morfando
con el tiempo y ya no es común ver gente escuchando música clásica o haciendo
penitencias como lo hacían hace antaño, aunque sin duda, todavía quedan
personas que seguramente siguen ciertos esquemas en nombre de un ser que
supuestamente “dio la vida por nosotros”.
Quiero
aclarar que yo no estoy en contra de los rituales que se hagan durante estas fechas,
ya que yo también las hacía con mis familiares. Sin embargo, con el tiempo uno
se empieza a cuestionar si en verdad uno tiene que seguir al pie de la letra
todo lo que está estipulado. Y si bien tampoco estoy de acuerdo en que ciertas
personas tomen por excusa esta fecha para salir de vacaciones, también es
cierto que la forma de celebrar ya no tiene que ser la misma.
Para
empezar, se nos recuerda año a año que el Maestro Jesús murió por nuestros
pecados, y por lo tanto, uno tiene que vivir con dicha culpa de por vida. Yo no
encuentro que eso sea tal. Si la Biblia, los curas y todos los demás inculcan
que Jesús fue un hombre-divino--- bondadoso y piadoso, entonces no tiene cabida
que uno sienta lastima o culpa por su muerte. Yo creo que ya ha pasado
demasiado tiempo para seguir estancado en lo mismo. Yo pienso que Cristo no
quiere que nos enfoquemos en su crucifixión, si no en sus obras y en el legado
que El nos dejó. Encuentro que ya es retrógrado seguir con una culpa que no nos
compete. No, tampoco estoy diciendo que uno simplemente se olvide de todo y
empiece a justificar sus acciones y diga que no le interesa. Lo único que estoy
tratando de decir es que esa manipulación ya está un poco rancia y la humanidad
ha evolucionado lo suficiente para dejar de creer que, si no sigue de una forma o de otra una
tradición, uno está destinado a sufrir las “penas del Infierno” como solían
decir nuestros ancestros.
Personalmente,
al igual que muchas personas hemos sufrido una transformación en lo que
concierne a nuestras creencias (sin embargo yo no puedo hablar por todos, por
lo tanto, hablaré de mi cambio personal-interno). Como muchos católicos también
me encantaba cuando llegaba el “Viernes Santo” por las tradiciones que se
llevan o se llevaban a cabo en mi país (antes que el consumismo arrasara con
todo lo lindo de este día). Por dar un ejemplo, mi familia se reunía a la hora
de almuerzo y comíamos pescado porque se pensaba que comer otra carne estaba
prohibido. Después, veíamos todas las películas de “Semana Santa”; inclusive
una en especial que me fascinaba y que se llamaba: “Jesús de Nazaret”. Esa
película era preciosa porque duraba siete horas pero se dividía en segmentos de
2 ó 3 horas para que no fuera tan tediosa verla. Aún así, a pesar de lo largo del filme, me
gustaba verla porque retrataba la vida de Jesucristo, su pasión y muerte. Pero
con el tiempo, me fui dando cuenta que las cosas que nos decían no encajaban
con mi forma de pensar, y aunque igual creía en Jesús, algo me decía que había
algo más.
Bueno, para
no hacer esta reflexión tan extensa (que de por sí ya es), quiero resumir que
yo me considero una persona muy espiritual pero no religiosa. He aprendido
cosas que la mayoría de la gente está recién sabiendo y que he aprendido a
conocer a Cristo de otra forma. Muchos ateos critican a la Iglesia, y a sus feligreses,
y yo no los culpo; pero, si conocieran la verdad de las cosas, estoy casi
seguro que sí creerían en una entidad superior. Lamentablemente, la Iglesia ha
desvirtuado muchos conceptos y
conocimientos que han llevado a muchos a simplemente no creer.
Dejando a
un lado por supuesto todos los escándalos en los que se ha visto en vuelta, y que
es mejor no indagar en eso, porque la gente lo sabe de sobra. Además, soy un
ferviente creyente (paradójicamente) en que tiene que haber una
reestructuración de la fe o de la verdad y la gente tiene que empezar a creer
de otra forma. Ya no más sobre la culpa,
pero ahora con otro enfoque. Los chantajes ya no tienen que ir más. No se les
puede obligar a la gente a creer, pero tampoco se les puede juzgar por no
hacerlo. Ahora que la verdad está viendo la Luz, la gente está aprendiendo a
ver sus existencias de otra forma y las enseñanzas de los maestros sagrados
están cobrando un sentido más vivo. La ciencia también está ayudando (inconscientemente)
a lograr muchas cosas que se pensaban actos de fantasía. No voy a mencionar
ningún campo en particular pero ustedes saben a qué me refiero con eso.
Afortunadamente,
estamos respirando nuevos aires y muchas creencias están dejando de ser tabú. Volviendo
a la reflexión de hoy, yo creo que es importante recalcar que es cierto que la
gente ya no celebra de la misma forma la “Semana Santa”, pero de a poco está
dando paso a una nueva forma de creer, y eso ya es un gran avance.
Bueno, esto
ha sido mi reflexión del día de hoy, me encantaría saber lo que piensan al
respecto y dejen sus comentarios si así lo sienten de corazón. De ante mano,
pido disculpas si pasé llevar a alguien o si mezclé algunas cosas….
¡Muchas Gracias!